Por cuestiones de trabajo conozco y tengo trato con algunos escritores de literatura infantil y juvenil. Muchos de ellos, que escriben también literatura para adultos, me comentan que es más complicado escribir para chavales, ya que es muy difícil engañarles y no tienen ningún complejo a la hora de criticar un libro o simplemente "dejarlo".
Entre todos los que he conocido tengo amistad y una especial debilidad por una autora madrileña de nacimiento pero que tenemos "adoptada" desde hace unos años y la consideramos una extremeña más, se llama Beatriz Osés.
Es profesora en el I.E.S. "Los Moriscos" de Hornachos y ha recibido los premios "Lazarillo", "Ciudad de Orihuela de poesía para niños" y "La Brújula". Su obra no deja indiferente solo por su contenido, sino que además el trabajo de los ilustradores que le acompañan es sencillamente genial.
Es profesora en el I.E.S. "Los Moriscos" de Hornachos y ha recibido los premios "Lazarillo", "Ciudad de Orihuela de poesía para niños" y "La Brújula". Su obra no deja indiferente solo por su contenido, sino que además el trabajo de los ilustradores que le acompañan es sencillamente genial.
De su obra yo destacaría por orden cronológico "Cuentos como pulgas", del que se ha escrito:
A caballo entre el aforismo y la greguería ramoniana, estos breves textos tienen tanto o más de poesía que de prosa. Tal vez sería conveniente catalogarlos en la prosa poética….
Una obra de muchos quilates, con ilustraciones no menos interesantes de Carmen Díaz que lo convierten en un libro singular." (Antonio Gómez Yebra. Diario Sur de Málaga)
"Cuentos breves, que juegan con lo inesperado y lo imposible para sorprender al lector y para hacerle reír con sus asombrosos desenlaces, muy adecuados para lectores de estas edades" (Victoria Fernández. Directora de la revista CLIJ en El País. Babelia)
En este artículo de la revista Pinakes puedes leer algunas de las poesías, que ella llama "pulgas". Posteriormente se publicó una segunda parte llamada "Las pulgas escondidas".
Especial mención hay que hacer a la ilustradora Carmen Diaz que también ejerce de profesora en Extremadura.
En 2009, publicó "El secreto del oso hormiguero que recibió un premio de poesía infantil. De nuevo Beatriz nos sorprende con un libro de poesías o de prosa poética de una sensibilidad y una belleza poco común hoy en día.
Publica Factoria K, que es una de las mejores editoriales de literatura infantil y juvenil de nuestro país. junto a Kalandraka y Kókinos. Desgraciadamente no es fácil encontrar en las librerias de nuestra tierra títulos publicados por ellas.
Las ilustraciones vuelven a cautivar. Esta vez son de Miguel Ángel Díez.
La última aportación de Beatriz Osés es diferente a lo que ha hecho hasta ahora. Se trata de prosa no poética y de literatura puramente juvenil: "El cuentanubes".
Un cuentanubes se dedica a contar nubes durante horas, meses, tal vez años, con el único fin de cumplir una promesa o de romper un maleficio. Victor y Marta son los protagonistas principales de esta novela fantástica pero que no tiene miedo en tratar también la realidad tal y como es.
Especial mención hay que hacer a la ilustradora Carmen Diaz que también ejerce de profesora en Extremadura.
En 2009, publicó "El secreto del oso hormiguero que recibió un premio de poesía infantil. De nuevo Beatriz nos sorprende con un libro de poesías o de prosa poética de una sensibilidad y una belleza poco común hoy en día.
Publica Factoria K, que es una de las mejores editoriales de literatura infantil y juvenil de nuestro país. junto a Kalandraka y Kókinos. Desgraciadamente no es fácil encontrar en las librerias de nuestra tierra títulos publicados por ellas.
Las ilustraciones vuelven a cautivar. Esta vez son de Miguel Ángel Díez.
La última aportación de Beatriz Osés es diferente a lo que ha hecho hasta ahora. Se trata de prosa no poética y de literatura puramente juvenil: "El cuentanubes".
Vaya, aquí estoy otra vez. Tuve la ocasión de asistir a la presentación en Cáceres de su libro "El secreto del oso hormiguero"; fue precisamente en el salón de actos de la biblioteca pública, donde trabajo. La dulzura de sus palabras, la modestia hacia su persona y la lectura de sus versos nos cautivó a todos los que estábamos allí. Prometo leer su última obra y espero que sea un grato descubrimiento como en otras ocasiones.
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